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Eduardo Chillida: Escultor del Espacio y la Forma

Entendiendo el proceso de pintura de los Antiguos Maestros frente a los Artistas Contemporáneos

Behind the Canvas: Understanding the Painting Process of Old Masters vs. Contemporary Artists

Por Emilia Novak


A lo largo de los siglos, los artistas han perfeccionado continuamente sus técnicas y materiales, dando forma a procesos pictóricos distintivos que caracterizan sus respectivas épocas. Este artículo explora los métodos contrastantes utilizados por los antiguos maestros —representados por Rembrandt van Rijn— y los artistas contemporáneos —ejemplificados en Gerhard Richter— Examinaremos la evolución en la preparación del lienzo, el cambio en la química de las pinturas, desde los aceites tradicionales hasta los acrílicos modernos, y cómo difieren radicalmente las prácticas de conservación entre las obras históricas y contemporáneas.


Materiales y Preparación: De la Artesanía Tradicional a la Comodidad Moderna

Técnicas de los Antiguos Maestros

Para los antiguos maestros como Rembrandt, preparar el soporte era un proceso minucioso y laborioso. El soporte —generalmente lienzo o panel de madera— requería una preparación extensiva para garantizar durabilidad y calidad visual. El lienzo se recubría con una cola de origen animal, como la cola de piel de conejo, para sellar las fibras y protegerlas de la penetración del aceite. Una vez seca, se aplicaban varias capas de gesso artesanal, compuesto normalmente de tiza, cola y pigmentos. Rembrandt prefería una preparación de doble imprimación: primero una base de pigmento rojo-marrón, seguida de una mezcla más clara de blanco de plomo, carbón vegetal y sombra natural. Esta imprimación en dos capas establecía el ambiente general y los efectos de claroscuro (contraste dramático entre luces y sombras) característicos de sus obras.

Los paneles de madera se trataban de manera similar: el grano de la madera se rellenaba con gesso de cola y tiza, se lijaba hasta obtener una superficie lisa y finalmente se cubría con una capa de blanco de plomo y sombra para establecer la tonalidad. Estas cuidadosas preparaciones proporcionaban una base estable y ligeramente matizada que guiaba la aplicación de las capas de color.

 

Simplificaciones Contemporáneas


Los artistas modernos se benefician de métodos de preparación mucho más rápidos, lo que reduce considerablemente el tiempo y el esfuerzo. Los lienzos preimprimados están ampliamente disponibles, permitiendo a los artistas comenzar a pintar casi de inmediato. Cuando se requiere una preparación personalizada, los pintores contemporáneos suelen utilizar gesso acrílico, que combina la imprimación y el sellado en un solo paso. El gesso acrílico —una mezcla de polímero acrílico, carbonato de calcio (tiza) y blanco de titanio— se seca rápidamente y forma una superficie mate, flexible y duradera. A diferencia del gesso tradicional, el gesso acrílico resiste mejor las grietas causadas por los cambios de humedad o temperatura.

 

Hoy en día, los artistas suelen trabajar sobre fondos blancos brillantes o ligeramente tonificados, lo que ofrece mayor flexibilidad para la aplicación del color. Aunque algunos optan todavía por métodos tradicionales por razones estéticas, la facilidad de las preparaciones modernas permite a los artistas centrarse más en la composición y la creatividad.

Química de la Pintura: De los Aceites Tradicionales a las Innovaciones Acrílicas

 

Pinturas al Óleo Tradicionales


Los antiguos maestros, como Rembrandt, dependían principalmente de pinturas al óleo elaboradas moliendo pigmentos con aceites secantes como el de linaza. La lenta velocidad de secado del óleo permitía realizar mezclas meticulosas y técnicas de veladura, logrando gradaciones suaves y una profundidad luminosa. Rembrandt mejoraba sus pinturas al añadir materiales como tiza o vidrio molido, ajustando así la textura y el tiempo de secado, lo que le permitía crear efectos de empaste —capas gruesas y escultóricas de pintura—.

 

La paleta disponible en la época de Rembrandt se limitaba a pigmentos naturales como tierras, amarillo de plomo-estaño, cinabrio rojo y ultramarino (extraído del lapislázuli). Sin embargo, estas pinturas tradicionales presentaban inconvenientes, como el oscurecimiento y amarilleo con el tiempo debido a la oxidación y al envejecimiento de los barnices.

Acrílicos y Pinturas Sintéticas


A mediados del siglo XX, la introducción de las pinturas acrílicas —emulsiones de polímeros sintéticos— revolucionó la química de las pinturas. Los acrílicos se secan rápidamente, son solubles en agua y resisten mejor el amarilleo que los óleos. Estas propiedades atrajeron enormemente a los artistas, que pudieron experimentar desde veladuras finas similares a la acuarela hasta empastes espesos logrados con geles acrílicos.

 

Hoy en día, los artistas pueden elegir entre numerosas formulaciones de pintura, incluyendo óleos sintéticos (alquídicos), esmaltes y aerosoles, ampliando enormemente las posibilidades creativas. Aunque el acrílico domina la práctica contemporánea, artistas como Gerhard Richter siguen valorando el óleo por sus cualidades de mezcla y su significado histórico, combinando a menudo medios tradicionales y modernos en su obra.

Estudio de Caso: Las Técnicas Magistrales de Rembrandt

 

Rembrandt van Rijn (1606–1669) ejemplifica la magistral manipulación del óleo característica de las tradiciones de los antiguos maestros. Sus obras solían comenzar con bocetos sueltos sobre una base tonalizada, que establecían la composición básica y la estructura tonal. A menudo empleaba una técnica de subpintura monocromática llamada grisalla —capas grises o marrones— para definir luces y sombras antes de aplicar el color.

 

Posteriormente, aplicaba capas de veladura, finas y transparentes, cargadas de pigmento y aceite, que proporcionaban profundidad y luminosidad. Rembrandt innovó al combinar estas veladuras con intensos empastes, aplicando gruesas capas de pintura con espátulas y pinceles para crear texturas palpables. A menudo volvía a velar sobre estos empastes secos, unificando las texturas y profundizando el efecto óptico, como se aprecia en obras como Autorretrato con boina y cuello alzado (1659) y La novia judía.

La evolución de su pincelada —desde el detalle minucioso hasta aplicaciones expresivas y sueltas— demuestra su dominio absoluto de las posibilidades expresivas del óleo. Los largos tiempos de secado y los complejos procesos de superposición definieron la pintura de los antiguos maestros, resultando en obras vibrantes que requieren limpieza periódica y restauración de barnices para mantener su esplendor a lo largo de los siglos.

 

 

Estudio de Caso: El Enfoque Contemporáneo de Gerhard Richter

 

Gerhard Richter (nacido en 1932) encarna un enfoque netamente contemporáneo, que combina técnicas tradicionales de pintura con nuevas tecnologías y experimentación. Sus obras fotorrealistas suelen comenzar con la proyección de una imagen fotográfica sobre el lienzo, donde traza los contornos con lápiz antes de aplicar la pintura. Posteriormente, recrea minuciosamente los efectos fotográficos en óleo, desenfocando deliberadamente los bordes para generar ambigüedad y una sensación de profundidad similar a la de la fotografía.

 

En sus obras abstractas, Richter muestra otro aspecto de la innovación contemporánea: utiliza grandes rasquetas y espátulas para manipular capas de pintura. Este método permite que el azar y la espontaneidad jueguen un papel central, en claro contraste con la meticulosa planificación de los antiguos maestros. Su proceso implica la aplicación y remoción repetida de pintura, revelando colores subyacentes a través de las capas raspadas.

En cuanto a materiales, Richter prefiere pinturas modernas de calidad de archivo y soportes duraderos. A diferencia de los métodos tradicionales, a menudo deja sus pinturas sin barnizar, conservando así el brillo y la textura naturales de la superficie pictórica. Su enfoque refleja una sensibilidad contemporánea, en la que la técnica deliberada convive con la espontaneidad y el uso de herramientas tecnológicas, creando un puente entre la tradición histórica y la libertad creativa moderna.

 

 

Conservación y Restauración: Desafíos Históricos y Modernos

 

Conservación de los Antiguos Maestros


La conservación de obras de los antiguos maestros implica enfrentar siglos de envejecimiento y deterioro. Las pinturas de Rembrandt suelen requerir la eliminación de barnices amarillentos y suciedad acumulada para recuperar su vitalidad original. Entre los principales retos están el manejo de la craqueladura (finas fisuras en la superficie) debida a la fragilidad de las capas pictóricas, y el refuerzo de lienzos debilitados mediante técnicas como el reentelado. Los restauradores buscan siempre una intervención mínima para preservar la autenticidad histórica, utilizando tecnologías avanzadas como la imagen ultravioleta, la microscopía y los geles de disolventes para tratamientos de precisión.

 

Conservación de Obras Contemporáneas


La conservación del arte contemporáneo plantea nuevos desafíos debido a la diversidad y fragilidad de los materiales modernos. Aunque las pinturas acrílicas resisten mejor el amarilleo y las grietas, tienden a atraer polvo y suciedad, complicando su limpieza superficial. Además, muchas obras contemporáneas no están barnizadas, lo que hace que limpiar directamente la superficie pictórica sea extremadamente delicado. Las piezas de medios mixtos que incorporan materiales inestables u orgánicos (como plásticos, espumas o alimentos) requieren estrategias preventivas, controlando estrictamente la humedad, la temperatura y la exposición a la luz para ralentizar su deterioro.

 

Cada vez es más habitual que los conservadores colaboren directamente con los artistas vivos para entender la composición material y la intención creativa de sus obras, asegurando así prácticas de conservación adecuadas. La conservación moderna prioriza medidas preventivas por encima de las restauraciones invasivas, marcando un cambio fundamental respecto a los enfoques históricos.

Conclusión: Conectando el Pasado y el Presente

 

A pesar de los siglos que los separan, Rembrandt y Richter representan la eterna capacidad de innovación en el arte de la pintura. Las meticulosas capas y texturas innovadoras de Rembrandt reflejan la paciencia y habilidad requeridas por la pintura al óleo tradicional. Por su parte, la integración de técnicas fotográficas, materiales modernos y métodos experimentales en la obra de Richter destaca la libertad creativa y la adaptabilidad tecnológica de los artistas contemporáneos.

 

Comprender estos procesos pictóricos, tanto históricos como actuales, enriquece nuestra apreciación del arte a lo largo de las épocas. La evolución desde las preparaciones laboriosas de los antiguos maestros hasta la flexibilidad de los materiales y técnicas contemporáneas revela un diálogo continuo entre tradición e innovación. Al estudiar estos métodos, obtenemos una visión más profunda de los procesos creativos que configuran tanto nuestro patrimonio visual como el paisaje artístico actual.

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