El reconocido guionista y crítico de su China natal y ciudadano francés en la actualidad, Gao Xingjian, ha disfrutado de una trayectoria única marcada por un premio Nobel de Literatura. Gao Xingjian mostró potencial en el arte a una edad temprana, pero asistió a la Universidad de Estudios Extra
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El reconocido guionista y crítico de su China natal y ciudadano francés en la actualidad, Gao Xingjian, ha disfrutado de una trayectoria única marcada por un premio Nobel de Literatura. Gao Xingjian mostró potencial en el arte a una edad temprana, pero asistió a la Universidad de Estudios Extranjeros de Beijing. Se graduó del departamento de francés, muchos años antes de que comenzara a ganar reconocimiento por su escritura. Primero saltó a la fama como guionista y dramaturgo para el Beijing People's Art Theatre en 1981. Su estilo era drama absurda, algo nuevo para la cultura china en aquel tiempo. Sus últimas obras en el teatro, como The Primitive (1985) y The Other Shore (1986), eran críticas de las políticas del gobierno comunista de China. Uno de sus obras más grandes, el drama político Fugitives (1989), que se publicó en Francia, hacía referencia a las protestas estudiantiles de la Plaza de Tiananmén de ese año. El gobierno chino ha prohibido todas sus obras en el país desde entonces. Sus obras tienden a ser muy apreciadas en Europa y la civilización occidental, pero menos celebradas en su China natal, donde causan agitación. La obra literaria más famosa de Gao Xingjian es Soul Mountain —en parte autobiografía y en parte novela— que utiliza voces narrativas cambiantes que detallan sus viajes entre las minorías chinas en la provincia de Sichuan. Publicada originalmente en 1990 en Taiwán, pero traducida al inglés en el año 2000. Este trabajo eventualmente le ayudó a ganar el Premio Nobel de Literatura en el 2000. Sus obras tienden a ser fuertemente debatidas en China, tanto positiva como negativamente. Algunos sostienen que ha abierto nuevas vías para explorar la literatura china moderna. Como resultado, su Premio Nobel debería ser visto como un aspecto cultural positivo para China.
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