Inspirándose en gran parte en su identidad nativa de la postguerra alemana, en la mitología e historia, Anselm Kiefer trabajó como escultor, pintor y artista de instalaciones. Creció en la época de las consecuencias de la II Guerra Mundial, entre edificios bombardeados e ideales familiares rotos. Kiefer ha comentado que «las ruinas, para mí, son el comienzo. Con los escombros, puedes formar ideas nuevas.» Margarete posiblemente sea una de las pinturas más reconocidas de Kiefer, compuesta con aceite y paja sobre lienzo, la pintura está inspirada en un personaje ficticio creado por el poeta romano y superviviente al holocausto Paul Celan. Margarete fue una mujer aria de cabellos rubios y la paja utilizada en esta obra es una representación de ello. Determinadas y crudas, las obras de Kiefer buscan procesar y analizar acontecimientos pasados. Este enfoque le ha llevado a unirse al movimiento del neoexpresionismo y más tarde se dejó llevar por el uso de materiales como ceniza, arcilla, plomo y goma laca. Leer Menos